Se discutió durante toda la semana, pero ni siquiera el recurso de protección que pidió el dueño de un colegio colindante impidió que el estadio Santa Laura-Universidad SEK sea la sede del partido que definirá al nuevo monarca del fútbol chileno. Pero la decisión no dejó a todos contentos y mucho menos a los directivos de Universidad de Chile.Y es que la determinación tomada en conjunto por la Intendencia de la Región Metropolitana y la ANFP molestó de sobremanera a los directivos de Azul Azul, ya que asumen una menos representación en el estadio de los hispanos, donde únicamente fueron asignadas cinco mil entradas para la 'U'.
Ante esto, Federico Valdés fue uno de los más críticos por la determinación y aseguró que "hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para cambiar el estadio del partido. Es un error jugar en Santa Laura, pues van a quedar 40 mil personas afuera. Lamentablemente, la última palabra la tienen Unión Española y la ANFP, por lo que no pudimos hacer nada".
Un aspecto que facilitará la seguridad será que la entrega de la copa y la premiación serán llevadas a cabo en la tribuna marquesina, para evitar el ingreso de los hinchas al terreno de juego, en una versión poco vista en terrenos nacionales y muy parecida a la realizada en Europa.
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